Presentación

Bienvenidos a mi blog :) Espero que os gusten mis historias.

martes, 27 de agosto de 2013

Pétalo Negro - Capítulo 3

Capítulo 3

Inconscientemente le di un vistazo general. Pelo castaño ni corto ni muy largo sin peinar, ojos negros y labios que dan ganas de besarlo. Tenía puesto el uniforme del instituto y se veía claramente como se le pegaba la camisa a los músculos de los brazos.
Nunca había visto a un chico tan…

-¿Estás bien?

Levante la vista sobresaltada para mirarle.

-Yo… ¿qué… qué me has dicho? –me mordí el labio nerviosa.- No te he escuchado, lo siento.
-No, nada. Eres nueva –dijo ya sin preguntármelo.- Pasa, te esperábamos.
-Me ¿estabais esperando?
-¡Oh! Perdona. Soy Lucas Moneti, el delegado de la clase. En este instituto nos avisan a los delegados cuando viene alguien nuevo. Pasa.

Me abrió más la puerta y se hizo a un lado para que pasara. Todos estaban vueltos hacia la puerta, mirándome. No soporto que me miren si no hay miedo en sus caras antes de…
Sacudo la cabeza para apartar esos pensamientos de mi mente y me concentro en poner una sonrisa ‘’amable’’ para dar una buena impresión.

-Buenos días, señorita…
-Soy Akira, Akira Rubí López –me giré hacia mis compañeros e hice una reverencia como es normal en Japón.- Encantada.

Se oyeron algunas risitas por toda la clase y me sonrojé. Había olvidado que aquí no se acostumbra a nada de toda esta… formalidad.

-Cuéntanos algo sobre ti –me pidió el profesor con una sonrisa amable.

¿Sobre mí? Volví a morderme el labio, esta vez más fuerte. ¿Qué podría contar sobre mí? Toda mi vida lo único que he hecho ha sido matar a gente y… eso no es algo que se suela contar para hacer amigos.

-¿Sobre mí? –Pregunté indecisa.- Pues… vengo desde el continente Asiático y… mm… nací aquí en España pero me fui con 5 años, creo. Y ya esta, no hay mucho que contar.

Vi por el rabillo de ojo como Lucas se me acercaba y me estremecí al sentir el contacto de su mano sobre mi hombro. Su tacto me quemó incluso a través de la ropa y al parecer el sintió algo parecido porque enseguida quitó la mano.
O quizás solo había notado mi estremecimiento o…
Me estoy volviendo loca, suspiré.

-Hay un sitio libre al lado de Laura, ¿por qué no te sientas con ella? –me dijo a la vez que me señalaba una bonita chica morena.
-Claro, sin problemas –dije contenta de poder dejar de ‘’hablar sobre mí’’.

Las mesas estaban colocadas en parejas y en cuatro filas, todas en orden y en línea unas con otras.
Laura estaba al lado de la ventana, ni muy adelante ni muy por atrás, me gustaba el sitio que me había tocado. Además ella parecía amable.

-Hola, soy Laura. Mucho gusto.
-Igualmente, soy Akira. Aunque mis amigos me llaman Aki.

Vaya trola te acabas de echar, pensé. ¿Qué amigos has tenido tú?

-Pues… A mi me llaman Laura siempre –sonríe.- Así que cuando me llames te puedes considerar mi amiga, Aki.
-Por mi estupendo. ¿Sabes? Eres la primera amiga que… -me callé al darme cuenta que la acababa de decir que antes tenía amigos –que… tengo que se llama Laura.

Me golpeé mentalmente por soltar tal estupidez. Aunque supuse que ella también lo había pensado solo se rió un poco y miro hacia el profesor.
Quizás llegáramos a llevarnos muy bien. Y eso me gustó.


El instituto no estaba del todo mal, dentro de mi concepto de lo que es un instituto dado que es al primero que vengo. En mi clase todos eran muy amables conmigo, algo no muy normal en mi vida, y pronto me había acostumbrado a prestar atención al profesor y coger apuntes.

-Aki –me llamó el chico sentado detrás de mí llamado Alex.- ¿Me dejas luego tus apuntes? Creo que me he perdido y…
-No le hagas ni caso –le cortó Laura.- Nunca coge apuntes y luego te los pide antes del examen privándote a ti de poder estudiar. Es un vago de primera.

Vi como abría la boca para responderla, pero al parecer sus palabras eran ciertas porque volvió a cerrar la boca, se sonrojó y miró al profesor sin añadir nada.

-Tu ha este ni caso –me dijo Laura cuando sonó el timbre anunciando la hora del recreo.- Es muy simpático y todo lo que tu quieras, pero solo viene a clase a calentar la silla y a molestar.
-¡No es cierto! –dijo Alex esta vez.- También vengo a… y… ¡Empollona! –le dijo al no encontrar defensa alguna a sus palabras.
-¡Que te den!

Me cogió del brazo y me arrastró escaleras abajo hasta salir por la puerta principal del instituto.

-¿Nos permiten salir? –pregunté indecisa.
-A los de bachiller sí –me guiñó un ojo.- Tenemos privilegios por ser ‘’mayores’’. Ya ves tú lo que nos sirve salir 25 minutos. Pero bueno, algo es algo ¿no?
-¿Adónde vamos?
-A conocer a tus próximos amigos.

Me llevó a unos bancos que se encontraban a la vuelta de la esquina donde ya se encontraban sentados 2 chicos y 1 chica.

-Hola chicos. Os presento a la nueva. Akira –los saludó Laura.- Los chicos son Sergio –dijo señalando al rubio de ojos castaños – y Lucas, a él ya le conoces, es nuestro delegado.

Me quedé mirándole de nuevo como si él mismo fuera un imán que me atraía.

-Y la chica es Miriam.

Dejé de mirar a Lucas para dirigir mi mirada a Miriam. Una chica bastante mona, aunque demasiado tímida para mí gusto. Aunque claro, para gustos colores pensé al ver la mirada que le dirigía Sergio.

-Y falta otro integrante del grupo, se llama Álvaro. Es bastante borde con los desconocidos, pero tú solo ignórale –me avisó Laura.
-¡Vaya gracias! –Se escucho detrás nuestra.- Como se nota que me conoces y que te importo una mierda.

Al parecer ese era Álvaro. Parecía un año mayor que nosotros. Tenía el pelo entre castaño y rubio y unos ojos verdes con tonos marrones. Extraño.

-Tu debes ser la nueva. Akira –dijo mirándome y yo asentí aunque no me lo hubiera preguntado.- No eres para tanto, no que habla tanto la gente de la nueva. Te diría que es un gusto conocer a la famosa nueva, pero la verdad estoy harta de ti solo por los comentarios. Te diría que siento ser tan borde. Pero tampoco lo siento así que… Hola.

Se sentó al lado de Lucas y chocó los cinco con Sergio.

-Álvaro porque eres tan…
-Tranquila Laura –la corte y dirigí una sonrisa cínica a Álvaro.- ¿Sabes? He conocido a mejores capullos que tú, deberías practicar eso de ser el machote del grupo –le guiñé el ojo y me giré a Laura.- Lo siento, llevó muy mal eso de que sean bodes conmigo. Suelo dar una paliza a los que lo son, pero no quiero empezar mal.

Oí una carcajada viniendo de Álvaro y me giré a verle con una ceja levantada. ¿Le había echo gracia mi comentario? La verdad, quería que pareciera una amenaza. Ya tenía un grupo y no pensaba perderlo porque uno de los integrantes se creyera muy duro.

-¿Quién fue borde contigo? ¿Una niña de 10 años? Que valiente…
-Mm, creo que tenía 30 y pico años, la verdad no me paré a preguntarle la edad.

Simplemente le maté, pensé con amargura.
Bufó y se planto rápidamente delante de mí. Su sonrisa de superioridad me estaba sacando de quicio.

-¿Quieres algo? –pregunte ya harta de su escrutinio de mi cuerpo.
-Pelea conmigo.
-¿Eh? –exclamación general. Literalmente.

Le miré incrédula. ¿Es que no tenía aprecio a su vida?

No hay comentarios:

Publicar un comentario